Título: De re metallica libri XII.

 

Autor: Publicada por Georg Bauer en Basilea en el año 1561.

 

Ilustraciones de: Basilius Weffring.

 

Original: Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

 

Editado por: Circulo Científico.

 

Edición: 999 ejemplares. Numerados con acta notarial.

 

Ejemplar: 441/999.

 

Técnica: Facsímil.

 

Formato: 32 cm. x 22 cm.

 

Páginas: 582.

 

Año edición: 2004.

 

Tapas: La encuadernación es artesanal en piel de cabra natural, cosida a mano, con nervios, tejuelos, estampada con la parrilla escurialense, tintados los cantos con oro envejecido; respetando el estado actual en que se encuentra el original.

 

Libro de estudio: Volumen complementario, de 704 pág. y encuadernado en holandesa con tejuelo, contiene una amplia biografía del autor, así como una selección de 50 grabados a todo folio, de ediciones y personajes coetáneos, procedentes de la gran colección de estampas de la laurentina.

La traducción integra, por primera vez al castellano desde el impreso original latino, intercalando en el texto los 272 grabados xilográficos de la edición.

Proyecto dirigido por D. Agustín Fernández Merino (Lcdo. en Ciencias Químicas en la especialidad de Metalurgia por la UCM).

 

Idioma: Latín y Español.

 

De re metallica es la obra cumbre de Georg Bauer, más conocido por la versión latina de su apellido: Agrícola, ya que se trataba de una costumbre bastante frecuente en el Renacimiento. Portada re metallica con nota manuscrita de la inquisición.

Georg Bauer  nació en 1494 en Glauchau, Alemania, y murió en Chemnitz el año 1555. Recibe el equivalente a nuestra formación primaria y secundaria en varias escuelas de Glauchau, Zwickau y Magdeburgo. Tras sus estudios en la Universidad de Leipzig consigue el título de Bachillerato en Artes y comienza su actividad profesional enseñando griego y latín. El fruto de sus experiencias como docente nos lo presenta en su primera obra, Deprima ac simplici institutione grammática, 1520.

En 1523 inicia sus estudios de medicina en la Universidad de Leipzig para continuarlos en Bolonia y Venecia. No lejos de los vidrieros de Murano (Venecia), sus profundos conocimientos del griego y latín le permiten colaborar en las ediciones de las obras de Hipócrates y Galeno. Conseguido el doctorado en Medicina, se instala como médico y farmacéutico en Joachimsthal (Chequia), el centro de minería más importante de Europa. Aquí continúa sus investigaciones sobre las aplicaciones farmacéuticas de los minerales y sobre las enfermedades profesionales que afectaban a los mineros y fundidores. De sus frecuentes visitas a las minas y fundiciones adquiere un conocimiento profundo sobre geología, minería y metalurgia. Su obra, Bermannus sive de re metallica dialogus (1530), es la primera edición moderna sobre mineralogía.

Agrícola vuelve como médico a Chemnitz, donde desempeña importantes cargos relacionados con la política y la administración: Alcalde, Consejero de la Corte de Sajonia y mediador, en el proceso de la Reforma Protestante, entre los poderes locales y el Emperador Carlos V. Como Chemnitz tiene una fundición de cobre, Agrícola puede armonizar sus tareas políticas con sus investigaciones sobre geología y metalurgia. En 1549 publica De animantibus subterraneis. La vida de Agrícola es un claro ejemplo de que el camino de la fortuna está más próximo al que se acerca a la naturaleza con los métodos de la ciencia y de la técnica que de los que siguen las quimeras alquímicas. En efecto, nuestro autor llegó a ser uno de los hombres más ricos de Chemnitz y una alta inversión llevada a cabo para localizar nuevos yacimientos de minerales en Joachimsthal se vio coronada por el éxito.

Durante los años 1552 y 1553 la peste negra asoló Sajonia. Agrícola, como médico, trabajó intensamente curando y aliviando a los contagiados. En 1554 publica De peste libri III, una síntesis de sus observaciones y estudios sobre la peste. Finalmente, muere en 1555. Como el Cid Campeador, su gran batalla la gana después de muerto, al ver la luz, cuatro meses después, su obra De re metallica libri XII. Nos encontramos ante la obra sobre ingeniería más representativa del Renacimiento. Su contenido, claro, preciso y novedoso en muchos aspectos, ha ayudado a geólogos, mineros y fundidores durante siglos. Un bibliófilo como Felipe II tenía un ejemplar de De re metallica en su austera habitación del Monasterio de El Escorial y Juan de Herrera construyó, cerca del molino de la Casa de Campaña del Monasterio, una máquina para cortar hierros como las que se ven en el libro de Agrícola.

Herbert Hoover, geólogo e ingeniero de Minas e incansable investigador del mundo mineral, trabajó en California, Australia, China y Londres, donde tradujo en el año 1912 De re metallica del latín al inglés.

Después, de 1928 a 1932, será presidente de los Estados Unidos. Gran admirador de Agrícola, Hoover nos dice que “es el primero en basar las ciencias naturales en la investigación y la experiencia como opuestas a todas las fútiles especulaciones previas”. El gran humanista Erasmo de Rótterdam era un ferviente admirador de los innovadores trabajos de Agrícola. Erasmo, tal como podemos leer en Bermannus sive de re metallica dialogus, proclama la singularidad de los escritos de Agrícola: “una mente tan lúcida no puede producir nada mediocre”. Por otra parte, un alquimista intentó subirse al carro triunfal de nuestro autor, atribuyéndole falsamente la autoría de una obra sobre la piedra filosofal.

Agrícola dedicó los veinte años más fecundos de su vida a escribir De re metallica. Su conocimiento de los clásicos, su condición de médico y boticario ennoblecen los estudios de la geología y minería, alejados durante siglos de los intereses primordiales de los teólogos y de los filósofos de la naturaleza. Por otra parte, los delicados dibujos de Basilius Weffring, a los que dedicó tres años, convierten a nuestra obra en un tesoro artístico capaz de seducir a los espíritus más sensibles y exigentes. De re metallica está dividida en doce libros. En ellos nos narra:

 

-Las razones por las cuales es interesante el estudio de la geología, minería y metalurgia.

-Las cualidades que debe poseer un minero. La varilla para localizar esos puntos singulares de la tierra donde se concentran los minerales.

-Las vetas y depósitos.

-Los oficiales de las minas y las condiciones de trabajo.

-La agrimensura, el entibado, la construcción de galerías y la búsqueda de minerales.

-Las herramientas, bombas, desagües, maquinaria y enfermedades de los mineros.

-Métodos de ensayo de minerales en copelas de ceniza de madera y hueso. Los hornos de mufla. El proceso incluye la escorificación de las menas de pirita, el uso de la piedra de toque y las agujas para ensayos construidas con la aleación de oro, plata y cobre.

-La preparación de los minerales: selección, trituración, molienda, lavado, tostado, y el proceso de amalgamación para el oro.

-Trata sobre los hornos de fusión y la preparación del mercurio por descenso.

-Nos describe la separación del oro y la plata por los siguientes métodos:

Cementación.

Por fusión con azufre o antimonio.

Por la disolución de la plata en ácido nítrico.

-Describe la separación de la plata del cobre y la construcción de hornos. Nos habla también de los métodos utilizados para el laminado de metales y para la fabricación de piezas. Termina este capítulo con los procedimientos para separar el hierro de la plata.

-La obtención de la sal común a partir tanto de sus soluciones naturales como del agua del mar. La obtención de sustancias alcalinas de las cenizas de plantas. Métodos de extracción y purificación del salitre, alumbre y vitriolo. La fabricación de objetos de vidrio.

 

Como ya hemos dicho más arriba, otro ejemplar de la misma edición de De re metallica se expone a la contemplación del turista en la habitación de Felipe II, en este mismo Monasterio.

El inmejorable estado en el que se encuentra la obra es un claro testimonio de que los bibliotecarios Jerónimos y Agustinos, a lo largo de cinco siglos, han sabido realizar, siguiendo la petición expresa de Felipe II, una buena guardia y fiel custodia de los incontables tesoros, tanto impresos como manuscritos, con los que el investigador se puede encontrar en la Real Biblioteca del Monasterio de El Escorial.

Es una obra que no ha tenido rival en su campo durante varios siglos y que ha sido capaz de seducir a personalidades tan ricas y dispares como la de Erasmo de Rótterdam, Felipe II o H. Hoover.

 

 

De re metallica libri XII

LFA0008 De re metallica libri XII

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